martes, 9 de abril de 2013

ALBA CIUDAD FM

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Vasallos de la Candelaria


Vasallos de la Candelaria de Caracas (Banco del Libro) - YouTube

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Promover la lectura


Ponencia Filven 2012


Ella es tan pequeña, diminuta diría yo, purga por los resquicios del cuerpo y va intoxicando todo a su paso. Ella transforma, induce, entretiene, adormece, acompaña, aisla, engrandece, esconde, evidencia, en fin, es un mar inmenso y profundo, es lluvia inacabada que fragua crecidas arrastrando todo a su paso, es viento, es beso, es mano tibia y suave. Ella me llevó de la mano, no se perdió jamás ningún acontecimiento de mi vida, aguarda silenciosa y pacientemente bajo la luz de la lámpara de mi mesa de noche.

No alcanzaría el tiempo para explicar el concepto de la lectura, su importancia, sus alcances. Todos tendríamos algo para contar y las coincidencias en las historias serían muchas. La lectura no sólo edifica, la lectura salva. Leer para otros y para mi misma ha sido mi oficio desde niña y quizás lo mejor que me ha sucedido es confundir u olvidar nombres, fechas, características puntuales de los relatos pues esto me invita a vivir de nuevo la aventura, a conocer de otros la historia contada pero desde otra mirada, desde otro sentimiento. Para leer no es necesario tener buena memoria, es necesaria la vida ¿de qué nos vale saber tanto? Me sorprendo a veces haciéndome esta pregunta a la cual le he encontrado miles de respuestas de todos los colores y razas. Prefiero vivir la lectura que no se almacena para comprobar algo, gusto de la lectura que me invita a sonreír, a soñar, a reflexionar y que alivia las angustias o quizás no, la que angustia, la que hiere, la que hace brotar lágrimas, rabia y provoca reacciones, cada lectura, cada libro tiene un momento, una excusa.
Promocionar lectura se ha convertido en un oficio riesgoso, cada día encontramos armas más sofisticadas, si no me creen vayan a dar un paseo por la feria, cada editorial esta inmersa en la tarea de vender ideas, maneras, recetas, instrucciones de vivir y pensar la vida, el mundo, el universo. Nos acechan periódicos, revistas, documentales, cuenta cuentos, poetas, periodistas, genios. Hay para todos los gustos, tengan precaución pues cuando menos se lo esperen puede salta algún espécimen peligroso, de esos que tragan y tragan libros, de los que no duermen sino piensan, esos que una admira tanto y salen en prensa, radio y tv, entonces te dispersas, quieres tomarte una foto o quieres que te estampe la huella en su ultima invención, hecho esto, enseguida caes en un sopor para luego salir corriendo a comprar más y más o quizás a hacer la cola en cualquier presentación donde te obsequien el libro después de pisotones, codazos y demás hierbas. Al terminar la feria obligatoriamente debes ir a tu carpintero de confianza o a un almacén a comprar una biblioteca nueva, es triste para el bolsillo pero como es de grato para el alma.
Luego de la fiesta, siempre me queda la resaca hasta el año siguiente, entonces trato de curarla con las charlas intermitentes del algún buen afín, pongo cara de que no se nada (bueno es la verdad), ¿qué has leído últimamente? Mi afín me pinta un mundo maravilloso y entonces me da como una comezón tremenda, unas ganas inmensas de visitar las librerías del sur, de ir a la esquina de gradillas con esa suerte que tengo, a tomar un café y a leer un rato, digo suerte porque siempre llega alguien que quiere al igual que yo, preguntar que hago, que pienso.
He pensado mucho sobre esto de mi memoria de pecesito, que aun cuando defiendo el caso de olvidar y beneficiarme en ello, no deja de causarme preocupación y a veces hasta vergüenza. ¿Cómo es posible Lennis Carolina que tú no recuerdes la historia de María moñitos o Blancanieves? ¡Ah¡ perdón, Memorias de mamá Blanca lo leí apenas hace veinte años y la última vez en el baño de mi casa a escondidas porque mi hija me hizo una pregunta que muy bien evadí ordenando que leyera la historia y que no me preguntara nada, fórmese  criterio propio señorita, le dije muy seria, pero al final disfrute de esa lectura rápida y refrescante en clandestino.
No es bueno leer bajo coacción, pero es lo que lamentablemente viven-ciamos algunos en nuestra niñez (esa que se acaba a los ochenta años) pero viéndole el lado positivo al asunto la coacción funciona si se hace el hábito, luego viene el placer cuando crecemos un poquito más en el ejercicio consiente. Si no me creen piense en los momentos que empezamos a añorar lo que dejamos atrás y nos creemos adulto y perdemos hasta la fórmula mágica para soñar, ¿dónde buscamos las respuestas? O cuando estamos escuchando a alguien que nos cuenta algo sabroso y no queremos que termine nunca, o cuando nos refieren un autor y nos describen los callejones escondidos de su escritura y luego una sale a averiguar si es verdad y teniendo el libro en la mano terminando de leerlo y piensa y piensa tanto que no lo devuelve a su dueño. La lectura nos rescata, siempre está allí para mostrarte el lado feo o el bello, para tomar tu mano y viajar a la infancia o a otro país u otros mundos, la lectura tiene el poder mágico de unir corazones, de abrazar, de hacernos entender y de que nos entiendan, Ella, la silenciosa, tempestuosa e imperativa, nos salva.

Lennis C. Pérez
Filven 2012

VERSOS MÁGICOS PARA LA LLUVIA


En un gran caldero viejo, negro, pipón
Mi abuela prepara sopa de iguana
Pimienta verde, sal y mejorana
Cierro los ojos y ¡la bebo de un tirón!

Ella tiende ropa blanca con su canción
Lleva una lechuza como campana
Así es como atrapa a la tonta iguana
Luego va y viste su mesa sin pretensión

Blonda de fiesta vistoso verde mamón
Calza zapatos viejos, negro charol
Para servir su sopa en un perol
Esperando en la puerta con el farol
Camino despacito cual caracol
Para ver si en vez de iguana un día sirve salmón.